"Los des - intereses marítimos siguen vigentes"

Si bien la marina mercante y la industria naval figuran repetidamente en el vocabulario del matrimonio presidencial y sus principales ministros, asegurando que gozan de la mayor atención por parte de este gobierno para su desarrollo y afianzamiento, el malestar que existe en los trabajadores de dicha industria y de la marina mercante, ponen de manifiesto todo lo contrario, ya que descreen absolutamente de las promesas y anuncios que hablan de la preocupación de estos sectores.

“Entenderán nuestros reclamos cuando los gremios fluviomarítimos decidan cortar la hidrovía y nadie pueda navegarla, y entenderán entonces que fuimos llevados a ese extremo por la insensibilidad demostrada por el mismo gobierno para resolver los profundos problemas que aquejan a dichos sectores”.

Hace dos meses, durante una conferencia de prensa, los gremios nucleados en FEMPINRA hicieron público el malestar existente entre los trabajadores de los gremios vinculados a los des-intereses marítimos argentinos.

En la presente edición, nuevamente el capitán Juan Carlos Pucci, señala la gravedad de la crisis y no descarta medidas extremas que sean el vehículo para lograr la atención del gobierno.

Si bien desde el Ejecutivo ponen la oreja para tranquilizarlos, la realidad es que nadie escucha ni responde a los reclamos que no son sólo de interés de los gremios marítimos sino de todo el país.
Argentina es exportadora por excelencia, sin embargo sus productos son transportados en buques no construidos en el país y lo hacen bajo otras banderas o banderas de conveniencia.

Los puertos argentinos son explotados por empresas extranjeras, ya que se permitió el traspaso accionario de empresarios locales a intereses internacionales. Nuestro comercio exterior es cautivo, en caso de conflicto, de las decisiones que tomen gobiernos que pueden ser amigos o no.

Si bien la decadencia de nuestros intereses marítimos comenzó mucho antes que el gobierno Kirchner, nada se ha hecho para revertir esta crítica situación. La mitad de los contenedores que mueve el puerto de Montevideo son cargas de importación o exportación argentina, fortaleciendo la economía portuaria de Uruguay, mientras decae la nuestra.
La hidrovía es dragada y mantenida por nuestro país, pero la navegan flotas de otros países.

AYUDEMOS A URUGUAY

Pero no sólo somos dadivosos y solidarios con empresas de navegación de otros países, también lo somos con la producción de las naciones hermanas, tal sucede con el agro en la República del Uruguay, en tal magnitud que hizo expresar al ex presidente de la Nación, doctor Jorge Batlle: “la agricultura, como fuente de importante actividad en el Uruguay, la hizo el presidente Néstor Kirchner, cuando determinó las retenciones, y eso atrajo al Uruguay a muchos agricultores argentinos. Comenzaron arrendando campos y algunos, después, los compraron. La presencia de los agricultores argentinos fue una transformación de la forma de explotación agropecuaria. Desde el punto de vista agrícola, todo se lo debemos al ex presidente Kirchner”.
Como es de público conocimiento, hoy, uno de nuestros principales competidores en el área agropecuaria es Uruguay, hecho que no merece más comentarios.

LA SUERTE DE LOS CORRUPTOS

Mientras tanto, las denuncias por corrupción no cesan, pero con tanta suerte que todas o casi todas, caen en juzgados kirchnerdependientes, lo que brinda impunidad toda vez que una vez juzgados y declarados en tiempo récord inocentes, no pueden volver a serlo, aún cuando un cúmulo de pruebas demuestren lo contrario. Quienes con seguridad transitarán los pasillos de Tribunales son los tradicionales “perejiles” a los que le sueltan la mano.

NUEVO CANCILLER

El área internacional está signada por nuevas expectativas ya que la renuncia del ex canciller Jorge Taiana, abre un interrogante dado que su sucesor Héctor Timerman tendría problemas de conciencia, entre sus convicciones y la labor que tendría por delante. Recomponer relaciones comerciales con socios y ex socios descartados por intereses políticos; qué actitudes seguir con la Venezuela de Chávez y, al mismo tiempo, ser el encargado de votar en las Naciones Unidas por Irán o Israel estando EEUU en el medio, a sabiendas que el flamante Canciller, es pro EEUU, que hasta habría adoptado la ciudadanía norteamericana; negociar con China, permitiendo que se importen determinados productos a cambio de mantener las ventas de aceite de soja y subproductos, limar desaires y asperezas llevados a cabo por nuestro país con el gobierno chino, además de intentar colocar nuevamente al país entre los principales del concierto internacional.
Esta designación frente a los potenciales conflictos, nos hace recordar a Groucho Marx, que decía: “estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros…”.

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