El modelo de economía azul debe ir parejo a una serie de principios y garantías sobre cómo invertir en el desarrollo de las actividades vinculadas a la economía marina. Es precisamente el objetivo de los denominados Principios de Finanzas de la Economía Azul Sostenible, una iniciativa liderada por la Comisión Europea, WWF, la Prince of Wales’s International Sustainability Unit y el Banco Europeo de Inversiones, que ha recibido un último respaldo en la Ocean Summit de The Economist que se celebra estos días en México. Se trata de un conjunto de 14 principios de carácter voluntario que, si se adoptan ampliamente, “podrían ayudar a transformar la forma en que la humanidad gestiona los recursos oceánicos; mostrando cómo la rentabilidad puede ir de la mano con la administración ambiental y social”, apunta WWF .
Los principios han sido diseñados para ayudar a abordar los crecientes impactos en el océano, desde la destrucción del hábitat y la contaminación por plástico hasta la sobrepesca. Estos principios se dirigen al aprovechamiento del alcance de las operaciones individuales para aumentar la seguridad de la inversión, “que es un ingrediente esencial para el desarrollo sostenible del océano”.
La OCDE estima que en el plazo de 2030, la economía azul, que incluye a todos los sectores económicos con un vínculo directo o indirecto con el océano, “podría superar el crecimiento de la economía global como un todo, tanto en términos de valor agregado como de empleo”, explica WWF. Sin embargo, en el modelo actual supone una amenaza para los recursos del mañana. “Aprovechar la inversión global y garantizar la confianza de los inversores a través de la transparencia y la divulgación son clave para aumentar el apoyo a la economía azul y fortalecer el desarrollo sostenible en las comunidades costeras”, indica Jonathan Taylor, vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones, una de las entidades promotoras. En su opinión, “las nuevas inversiones en la economía azul son esenciales para diversificar la actividad económica en las comunidades más expuestas al riesgo de un clima cambiante y para mejorar la resistencia a los fenómenos meteorológicos extremos “, dijo Taylor.
INVERSIÓN EN SOSTENIBILIDAD
Los Principios de Finanzas de la Economía Azul Sostenible proporcionan a los inversores un marco a través del cual evaluar y planificar de manera más efectiva sus diversas actividades. Así, señalan el camino hacia la “inversión sostenible” en un ámbito oceánico. “El objetivo es garantizar que las inversiones relacionadas con los océanos generen valor a largo plazo sin tener un impacto negativo en los ecosistemas marinos, en los esfuerzos por reducir las emisiones de carbono o en negocios oceánicos de todos los tamaños y los medios de vida de las personas que dependen de ellos”, sostiene el documento informativo.
Los Principios también apoyan el desarrollo de instrumentos financieros y modelos de desarrollo que demuestren ser más efectivos en el contexto de la inversión oceánica, especialmente en campos emergentes donde lo que está en juego es aún mayor.
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