Foto del ingeniero naval el día de su participacion en un acto de la Escuela Nacional de Náutica.
Neptunha.com.- Se
conforma un consejo consultivo. El nuevo subsecretario, Horacio
Tettamanti, convocó a los referentes de las áreas Transporte Fluvial y
Marítimo, Puertos, Vías Navegables e Industria Naval.
Desde
hace dos semanas, Horacio Tettamanti se encuentra al frente de la
Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación. En este tiempo,
el sector desfiló en pleno por sus oficinas. Nadie quedó sin ser
recibido por el flamante funcionario. Se respira en el ambiente el
comienzo de una nueva etapa, con mayor participación y protagonismo. Con
acceso a las principales esferas del poder, Horacio Tettamanti llegó al
cargo con todo el crédito a su favor. Conoce los temas por haberlos
vivido e, incluso, sufrido como empresario privado. Quizá el transporte
fluvial y marítimo, los puertos y la industria naval, se encuentren
frente a un acontecimiento bisagra en su historia reciente.
El
primer paso ya fue dado. Desde la Subsecretaría, se impulsó el armado de
un consejo consultivo con la participación de los principales
referentes del sector. Este armado ya tiene tres vértices visibles con
sus respectivos responsables. José Beni quedará a cargo de Vías
Navegables; Sergio Dorrego, Transporte Fluvial y Marítimo; y Juan
Chimento, Puertos. Del terceto, los dos primeros ya venían desempeñando
funciones con el anterior subsecretario Ricardo Luján. Queda clara la
idea de mantener los logros obtenidos bajo la gestión Luján y avanzar en
otros aspectos de importancia.
Se está trabajando no solo con
el Ministerio del Interior, del cual depende la Subsecretaría, sino
también con dos ministerios más en la elaboración de una estrategia
nacional. Su gestación es seguida de cerca por el secretario de Comercio
Interior, Guillermo Moreno, con quien Tettamanti mantiene un diálogo
permanente.
¿Por qué tal interés? La posibilidad de contar con
una industria naval sólida y más buques bajo la bandera argentina
alimentan el actual modelo económico. Construir buques con materia prima
y mano de obra nacional, los que, en muchos casos, se exportan, es
música para los oídos de Guillermo Moreno. Lo mismo sucedería ante un
escenario con buques enarbolando la celeste y blanca, tripulados por
argentinos, que puedan transportar al mundo una parte de nuestra
producción. Una reflexión que se escucha: hoy, las exportaciones
nacionales generan un mercado de fletes superior a los u$s 5.000
millones del cual no participamos.
“Cuando la producción
agropecuaria es transportada por un buque de bandera argentina y navega
un río argentino, dragado por dragas argentinas y tripulado por
argentinos, también agrega valor a ese producto, como así también
agregan valor los obreros navales, construyendo los buques para
participar de esa cadena”, señaló Horacio Tettamanti.
La oportunidad
El nuevo funcionario sabe que se encuentra frente a una oportunidad
histórica. El sector es percibido como estratégico por el gobierno, y
por eso movilizó a sus más renombrados actores para el armado de un plan
nacional. El mismo podría ser anunciado en los próximos meses desde las
más altas esferas y con el mismo impacto que tuvo en su momento la
recuperación de YPF.
“Tenemos una bala de plata y no la podemos
desperdiciar”, anticipó Tettamanti para resaltar la importancia de esta
hora. Convocó a todos las vertientes de la actividad a deponer internas
y viejos enfrentamientos. Incluso, realizó un mea culpa respecto a
disputas que lo tuvieron como activo protagonista en el pasado. Así como
un presidente debe gobernar para todos el país, y no para el partido
político que lo llevó al poder, Horacio Tettramanti es consciente de que
ya no es más el representante de los astilleros bonaerenses. Ahora,
debe gestionar para toda la industria naval, armadores, vías navegables,
sindicatos, agencias marítimas, puertos públicos y privados de la
Argentina.
Frente a este nuevo escenario, Transport & Cargo
preparó una edición especial en donde se intenta reflejar la visión de
las nuevas autoridades, y de los principales referentes de la actividad.
De allí surge una suerte de hoja de ruta sobre el camino recorrido y lo
que resta aún transitar para posicionar al sector en el lugar de
preferencia que nunca debió abandonar.
Diálogo y participación
Son
“positivas y alentadoras” las expectativas de Miguel Ángel Sánchez,
presidente del comité ejecutivo de la Asociación Bonaerense de la
Industria naval (ABIN), “no sólo para el sector naval, sino también para
los otros relacionados con esta Subsecretaría de la Nación, siempre
desde lo referido a la genuina defensa de los intereses nacionales y a
las fuentes de trabajo y productivas argentinas”.
Sánchez
rescató que “es la primera vez, desde el retorno de la democracia, que
un gobierno nacional toma una decisión política tan firme y concreta a
favor de la industria naval argentina. Son las medidas esencialmente
políticas las que desarrollaran al sector naval, como lo demuestra la
historia de nuestro país y el presente en otros países”.
A su
vez, señaló: “El ingeniero naval y mecánico Horacio Tettamanti, egresado
de una destacada universidad pública como la UBA, seguramente conducirá
esta nueva etapa de sus actividades como lo ha hecho oportunamente, por
ejemplo, en su astillero o en la ABIN. Con hechos más que con palabras,
con responsabilidad y con compromiso más que con promesas, con diálogo y
con participación antes que a puertas cerradas”.
Para ello
Sánchez ratificó que el funcionario “cuenta con un importante equipo de
trabajo que lo acompaña, pero también con el apoyo de los principales
actores que hoy tiene la industria naval Argentina: la ABIN, la FINA, el
CPIN, la AAIN, la UBA, la UTN, y el SAON, quienes conformamos la Mesa
Nacional de la Industria Naval Argentina el año pasado. No hace falta
que hagamos una unidad pero sí una unión, dándonos espacios para el
consenso y ponernos a trabajar ya”.
A la hora de marcar
prioridades, el directivo pidió “dar valor a nuestra producción,
disponer de mercado y tener acceso al financiamiento. Para ello, es
clave empezar por un plan estratégico integral, con una visión integral
del sistema industrial naval, marítimo-fluvial, logístico y portuario
argentino, que apunte a generar más fuentes de trabajo, a recuperar la
flota de bandera, a consolidar la industria nacional y sus cadenas
productivas, incluyendo la integración entre los sectores público y
privado. Los acuerdos regionales deben ser profundizados, y el marco
legal interno debe ser readaptado, incluyendo el establecimiento de una
Ley de Industria Naval Argentina”. Algo similar, a su juicio, debe darse
también en materia impositiva y aduanera.
“Todo lo que daña a
la industria naval también daña al país y, en tal sentido, también es
prioritario que no sigamos siendo dañados por la acción de grupos
monopólicos y sus lobistas de turno ni tampoco por la importación
incontenible de chatarras flotantes y barcos”, resaltó el directivo de
ABIN.
“En Argentina podemos, queremos y sabemos diseñar,
construir y reparar, con reconocida calidad, barcos y artefactos navales
para dragar, para pescar, para transportar pasajeros, para transportar
cargas, para los puertos, etc. Los puertos, la flota de bandera, las
vías navegables y la industria naval son sectores estratégicos
fundamentales que componen la soberanía argentina y, desde nuestro
sector, podemos aportar también a la recuperación del poder político
nacional, como comunidad organizada pero también como comunidad
productiva”, recalcó Miguel Ángel Sánchez.
Capacitar y educar
Horacio
Enrique Domínguez, presidente del Centro de Jefes y Oficiales
Maquinistas Navales, aplaudió el nombramiento “tanto de Horacio
Tettamanti como de Sergio Borrelli, con que nos une una amistad de
muchos años”, y ratificó su compromiso de “acompañar las gestiones de
estos dos compañeros y trabajadores”.
Como la totalidad de los
referentes consultados en este informe especial, Domínguez destacó la
ventaja de contar con “hombres que conocen palmo a palmo nuestra
problemática y necesidades”.
Tras reconocer que “el camino a
recorrer es muy largo”, Domínguez pidió un esfuerzo para lograr el
consenso entre “las fuerzas del sector, armadores, industria naval, y
sindicatos, tras el objetivo de alumbrar una ley de la marina mercante”.
En la agenda prioritaria de Horacio Domínguez, figura la necesidad de trabajar sobre los jóvenes.
“No me canso de repetir la importancia de capacitar y educar a los
futuros marinos. La alta tecnología inserta en los barcos demanda
profesionales certificados internacionalmente, con conocimiento del
inglés, y desarrollo de sistemas de gestión. Hay que inculcarles el
sentido de pertenencia, que sean altamente capacitados y puedan competir
de la misma manera que lo hacen otros países más desarrollados” recalcó
el directivo.
Respecto a la hidrovía, el titular del Centro de
Jefes y Oficiales Maquinistas Navales, abogó por “trabajar junto a
nuestros compañeros del Mercosur con quienes compartimos el río para
disminuir los accidentes y hacer más segura la navegación. Tenemos que
dar una mano a aquellos que están menos capacitados. Para tal fin
estamos trabajando en un sueño que es la Federación de Marinos del
Mercosur y la Hidrovía”.
A Planificar
Javier
Dulce, presidente del Centro de Navegación, fue otro de los referentes
que se entrevistó con el subsecretario Horacio Tettamanti.
“Habla nuestro idioma, no es necesario explicarle nada porque demostró
un gran conocimiento de todos los ítems relativos al negocio portuario y
naviero”, expresó el directivo.
Para Javier Dulce, uno de los temas más fuertes en la agenda del sector es la infraestructura de canales y puertos.
“Hay que rever todo, tomando los parámetros actuales, que no son los
mismos que teníamos hace 15 años. Más allá de la obra ya realizada, en
la actualidad tenemos canales basados en buques de diseño de hace 15
años. Y hoy, tanto en la parte de contenedores como en la de graneles,
se ven barcos con esloras y mangas muy superiores. Entonces hay que
adecuar todos los accesos portuarios, y los canales, para este tipo de
buques. Se debe tener en cuenta el aumento del tráfico registrado en
estos últimos 15 años. Además se sumaron los cruceros que en la
temporada tienen reserva de canal y lo mismo sucede con los gaseros en
Escobar. Eso lleva a que todo el sistema esté operando con deficiencias,
demoras, y mayores costos”, recalcó el titular del Centro de
Navegación.
Tras reconocer que “ante el planteo de estos temas
se observa receptividad del nuevo subsecretario”, Javier Dulce señaló
que “el canal se tiene que prolongar y ser una vía continua hasta el
muelle, y el muelle tiene que estar adecuado al nuevo calado. De nada me
sirve tener un canal a 34 o a 36 pies, si después el muelle lo tengo a
32 pies. Todo debe ser parejo: muelle, canales de acceso y canales
principales”.
El gran desafío para Javier Dulce es pensar al
sistema logístico como un todo. Arranca en la vía troncal, y canales de
accesos, sigue en recintos portuarios, muelles con eficiente
infraestructura portuaria, y se prolonga en tierra para que la
mercadería circule de manera eficiente por el hinterland.
“Todo
esto, en realidad, es una planificación a largo plazo, y su ejecución
va a llevar tiempo. Deben destinarse importantes recursos y hay que
desarrollar un cronograma preciso de tareas. Es una ejecución por
etapas. Que cada paso que demos de acá en adelante sea en la dirección
de un plan ambicioso con vistas a los próximos veinte años”, auguró
Javier Dulce.
Adaptado por Neptunha.com
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FECACERA integrará el Consejo Consultivo Portuario
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